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¿Por qué es importante la salud mental en el trabajo?


 


Hace poco un amigo me contaba el caso de un operador de grúa, en un aeropuerto, que luego de varios días de trabajar en turnos de más de 12 horas tuvo un microsueño y chocó contra un avión, las reparaciones costaron más de medio millón de dólares; este accidente se pudo evitar fácilmente si la empresa hubiera tenido una política efectiva de salud mental.


Los trastornos mentales ocasionan pérdida de productividad; incrementan el ausentismo, los errores humanos, los problemas de marca y los costos financieros, entre otros. Es tan importante que cada 10 de octubre se celebra el día mundial de la salud mental.


Aunque son muchas las razones por las cuales la salud mental debería ser un asunto central en las empresas, hoy queremos compartir las tres que, creemos, agrupan los principales motivos:


1. Sostenibilidad:

Las empresas son protagonistas de la sociedad contemporánea y se espera de ellas mucho más que la producción de bienes y servicios; cada vez se les exige que sean más sostenibles, cuidadosas de sus finanzas, del medio ambiente y, por supuesto, de las personas.


Un ejemplo claro es lo que ha sucedido con la pandemia COVID-19 conocido como “La gran renuncia”: cientos de trabajadores, cuando sus empresas les llamaron a trabajar desde sus instalaciones, comenzaron a renunciar; para muchos ya no eran opciones los costos y el sacrificio que implicaba una modalidad de trabajo 100% presencial.


2. Desempeño:

Probablemente la razón más evidente para la mayoría de las empresas es el efecto que generan los problemas de salud mental en el desempeño del trabajador. Las actividades laborales, ya sean intelectuales o físicas, son altamente exigentes. Para que un trabajador tenga un desempeño óptimo debe contar con todos los recursos que necesita para ello, y la salud mental es uno de estos.


¿Cómo podemos pedirle a un trabajador que obtenga los resultados que esperamos, que cometa menos errores o atienda amablemente a los clientes si se siente estresado, ansioso o deprimido? Es imposible, si su salud mental está deteriorada no cuenta con todos los recursos necesarios para lograrlo.


3. Marca:

Como se expuso anteriormente, hoy en día la sociedad espera mucho más de las empresas que la simple producción de los bienes y servicios, el consumidor actual está más informado y comprometido con comprar solo a aquellas marcas que reflejen sus valores.


Imaginen una página web donde los trabajadores de todas las empresas puedan expresar, anónimamente, sus opiniones sobre el cuidado que tienen sus empleadores con ellos; ahora imaginen que sus clientes, antes de seleccionar un producto o servicio tienen acceso a dicha información, como lo podrán suponer el consumidor de hoy optará por comprar a aquellas marcas que tienen una mejor reputación con el cuidado y bienestar de sus trabajadores.



¿Qué es lo primero que deben saber?

Lo primero que toda empresa, interesada en gestionar la salud mental desde el trabajo, debería saber es que un trabajador con problemas de salud mental no está “loco”, como muchas personas suelen decir. De hecho, se estima que todas las personas, por lo menos en algún momento de su vida, cumplen criterios para algún tipo de trastorno mental, así como eventualmente nos da gripa, eventualmente podríamos tener algún problema asociado a la salud mental.


Lo segundo es que las enfermedades mentales o problemas mentales son algo completamente diferente a la salud mental. No tener una enfermedad mental no significa, necesariamente, que tenemos salud mental. La forma más fácil de comprender esta idea es ver la salud mental como un continuo que va desde el extremo más deseable, que indica la mayor salud mental posible, y el menos deseable, que al contrario indica enfermedad mental.

Y lo tercero, y último, es que la salud mental tiene muchos factores de riesgo, laborales y no laborales, nuestra salud/enfermedad mental está determinada por condiciones genéticas, aspectos biológicos, pautas de crianza y, por supuesto, lo que nos sucede en el día a día, incluido el trabajo.


¿Por dónde comenzar?

Lo que no se mide no se puede gestionar. Las empresas no podrán gestionar la salud mental de sus trabajadores si no la conocen y monitorean. En PRAX contamos con un mecanismo rápido (solo 5 minutos por semana por trabajador), seguro y confidencial que le permite a las empresas latinoamericanas realizar vigilancia epidemiológica, evaluando 8 indicadores de salud: 4 de salud física y 4 de salud mental. Conozca más acá.

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